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The rise in telework: Impact on working conditions and regulations (un informe de Eurofound)

  • El 8 de diciembre de 2022, Eurofound publicó un nuevo informe sobre el teletrabajo durante la pandemia de COVID-19 en 2020 y 2021.
  • Este documento analiza los cambios que experimentaron los empleados y las normativas en materia de condiciones de trabajo. Además, aborda temas relacionados con esta modalidad de trabajo, define el futuro del trabajo a distancia e identifica los desafíos y las oportunidades de cara al futuro.

El teletrabajo se ha consolidado, también a causa de la pandemia. En 2021, dos de cada diez empleados europeos teletrabajaban (una cifra que, sin la pandemia, probablemente se habría alcanzado en 2027). Según los hallazgos del informe, 41,7 millones de empleados teletrabajaron en la UE en 2021, lo que confirma que la cifra de personas que seguían esta modalidad de trabajo se duplicó desde 2019.

 

El género no necesariamente influye en el predominio del teletrabajo, a pesar de que la cifra de mujeres que teletrabajan es ligeramente superior a la de los hombres.

La crisis sanitaria mostró el potencial social y tecnológico de la flexibilidad en cuanto a tiempo y lugar de trabajo. El teletrabajo afecta, en general, a la organización del trabajo y las condiciones laborales, así como a la conciliación entre la vida personal y profesional y el bienestar de los empleados, ya que les permite conciliar su tiempo de trabajo con su vida privada y familiar. Los trabajadores también destinaron menos tiempo a desplazarse hasta y desde el lugar de trabajo y experimentaron una mayor autonomía y flexibilidad sin que la productividad en el lugar de trabajo se viera afectada de forma negativa.

 

Por otro lado, la disminución de las interacciones sociales y el aumento de las horas extraordinarias se han hecho más evidentes.

El aumento del teletrabajo se hizo más evidente, sobre todo, en empleos mejor pagados y de mayor categoría profesional, lo que intensificó todavía más las desigualdades, en concreto, en la brecha de empleo y salario entre trabajadores con alta y baja cualificación. A este respecto, los responsables de la formulación de políticas deben desempeñar un papel esencial a la hora de garantizar la igualdad de condiciones entre las personas que pueden teletrabajar y las que no. Además, los marcos normativos de los Estados Miembros de la UE deberían adaptarse para garantizar que abordan cuestiones fundamentales, como el derecho a solicitar la modalidad de teletrabajo, el derecho a la desconexión, la localización geográfica del teletrabajo, la cobertura de los costes del teletrabajo y los riesgos psicosociales. 

Nueve Estados Miembros de la UE han adoptado nuevas normativas sobre el teletrabajo durante la pandemia, mientras que pocos países han negociado convenios colectivos a nivel nacional que actualicen los textos previos sobre esta cuestión.

En la mayoría de los países con nuevas disposiciones, el diálogo social ha desempeñado un papel esencial, dado que el futuro del trabajo depende de las prácticas, las normativas y los valores definidos por los trabajadores, los empleadores, los responsables de la formulación de políticas y la sociedad en general. Confirma la importante función del diálogo social a la hora de aplicar las normativas que crean resultados positivos tanto para los empleadores como para los trabajadores.

Ya informamos de la iniciativa de la UE sobre el teletrabajo aquí.