En una era marcada por los rápidos avances tecnológicos y la transformación de las dinámicas de la fuerza de trabajo, el informe Workmonitor 2024 de Randstad ofrece información valiosa sobre el cambiante panorama del mercado de trabajo mundial. A partir de una amplia encuesta realizada a empleados y empleadores de diferentes sectores, el informe arroja luz sobre las tendencias fundamentales en la definición del futuro del trabajo y ofrece una hoja de ruta para que tanto las empresas como los trabajadores afronten estos cambios.

Una de los principales conclusiones del informe es la importante repercusión de las tecnologías digitales en el empleo. La automatización y la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo los puestos de trabajo y crean nuevas oportunidades para la innovación y la productividad. Sin embargo, esta transición también plantea algunos retos, en concreto, en relación con las brechas de competencias y la necesidad de retener a la fuerza de trabajo.

El informe hace hincapié en la importancia del aprendizaje continuo y la adaptabilidad de los empleadores y los empleados para prosperar en esta nueva economía digital.

Aquí encontrarán una lista con las oportunidades de formación para la adquisición de competencias más deseadas por los trabajadores:

Otra tendencia crucial identificada es la demanda creciente de modalidades de trabajo flexibles. La pandemia de COVID-19 ha acelerado la transición hacia el trabajo a distancia, una tendencia que persiste más allá de la crisis inmediata. Los trabajadores valoran cada vez más la flexibilidad del trabajo a distancia y la conciliación de la vida laboral y familiar, lo que ha llevado a las empresas a reconsiderar los modelos centrados en la oficina. El informe sugiere que aceptar los modelos de trabajo híbridos puede dar lugar a un aumento de la satisfacción laboral y la retención de los empleados, siempre que las empresas también aborden los posibles inconvenientes, como el aislamiento y el desdibujamiento de los límites entre el trabajo y la vida personal.

Además, subraya el cambio de las expectativas de la fuerza de trabajo en cuanto a la seguridad en el empleo y los valores de las organizaciones. Frente a las incertidumbres económicas, los empleados buscan una mayor estabilidad laboral y se inclinan más por trabajar con empleadores que demuestren la aplicación de prácticas éticas y la responsabilidad social. Este cambio exige a las empresas que prioricen la comunicación transparente, el bienestar de los empleados y la sostenibilidad como elementos integrales de la cultura empresarial.

A medida que las empresas y los empleados afrontan estos cambios, las perspectivas proporcionadas por el informe pueden ayudar a las partes interesadas y a los empleadores a tomar decisiones fundamentadas y, en consecuencia, promover un futuro del trabajo más adaptable, resiliente y centrado en las personas.