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Teleworking through the gender looking glass: facts and gaps (un informe de la OCDE)

  • El 13 de febrero de 2023, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un nuevo informe que mide los efectos del teletrabajo en la conciliación familiar y profesional, el salario y los avances profesionales desde una perspectiva de género. Dicho informe muestra resultados desiguales. 
  • Revela que es probable que las normas de género imperantes medien el efecto del teletrabajo en los tres resultados, y deberían ser un enfoque de investigaciones futuras.

El documento analiza los datos y los estudios existentes sobre la dimensión de género del teletrabajo, y destaca la necesidad de crear una definición coherente del concepto de teletrabajo que se usará en todas las fuentes.

Los resultados del estudio muestran una brecha significativa entre el empleo en ocupaciones en las que se podría haber teletrabajado y el teletrabajo real antes de la pandemia para todos los empleados. Además, esta brecha fue mucho mayor para las mujeres que para los hombres.

En la Unión Europea, la brecha entre el teletrabajo potencial y el trabajo real desde casa fue mucho más amplia para las mujeres: El 10 % de los hombres y el 11 % de las mujeres trabajaron desde casa (de forma ocasional o habitual) en 2018, mientras que el 30 % de los hombres y el 45 % de las mujeres podrían, técnicamente, haber teletrabajado.

Esta cifra también se confirmó durante la pandemia: de media, en los 10 países de la OCDE de los que se dispone de datos, el 39 % de los hombres trabajaron desde casa en marzo del 2020, frente al 42 % de las mujeres. 

Además, la brecha de género en las preferencias sobre el trabajo frecuente desde casa aumentó durante la pandemia. 

Las pruebas disponibles sugieren que el efecto del teletrabajo en las desigualdades de género en materia de conciliación familiar y profesional reflejan las normas de género y la cultura de gestión imperantes. El teletrabajo aumenta las desigualdades de conciliación familiar y profesional entre hombres y mujeres en algunos casos, y las reduce en otros.

Las madres, principalmente, tienden a utilizar el teletrabajo, junto con otras medidas de flexibilidad que favorecen a las familias, como una vía para conciliar los compromisos laborales y familiares. Estas medidas podrían dar mejores resultados en cuanto a la reducción de las desigualdades de género en materia de conciliación si se combinaran con otras políticas favorables para las familias y si las políticas apoyaran un uso más equitativo de la licencia parental entre madres y padres.

Los resultados sobre el efecto del teletrabajo en la progresión profesional son escasos y desiguales.

Deben aplicarse varias medidas adicionales al teletrabajo para evitar posibles costes en la carrera profesional de las mujeres, incluida la formación en materia de gestión, en concreto, la evaluación basada en el desempeño.