El informe muestra que se ha producido un progreso considerable —concretamente, en los sectores de la tecnología y la construcción—, pero sigue existiendo un margen de mejora significativo en lo que respecta a la desigualdad de género y la satisfacción de los empleados.

Pese a las diferencias percibidas en los sectores analizados, las entrevistas sacaron a la luz una serie de necesidades fundamentales similares: 

• mejor conciliación del trabajo y la vida familiar, ayuda con los costes para el cuidado de los hijos, horario laboral más fácil de gestionar, paridad salarial percibida;

• igualdad de oportunidades para la progresión de la carrera profesional y apoyo durante la menopausia, y

• mayor número de mentoras y modelos a seguir femeninos. 

El informe también se centra en las medidas que toman los empleadores para respaldar a sus empleados en estos sectores.

El aumento de la diversidad y la inclusión dentro de una organización (no solo en relación con el género) se reconoce con más frecuencia como un elemento de importancia estratégica para el éxito futuro y la innovación, lo que da lugar a un aumento del rendimiento, mejores beneficios y a niveles más bajos de abandono.

El informe identifica algunas sugerencias para mejorar la diversidad y la inclusión, entre ellas: garantizar un proceso de contratación inclusivo, fomentar una cultura inclusiva e integrar la inclusión en el ciclo de vida de los empleados.

No hay margen para el desequilibrio de género en un mercado laboral moderno y con escasez de talento, si se tiene en cuenta que los empleadores de todas las industrias, tamaños y sectores ya están informando de importantes desafíos a la hora de atraer y retener a los trabajadores que necesitan.

Los empleadores deben centrarse en expandir su alcance, aprovechar las canteras de talento diversas y revitalizar los procesos de contratación. Para ello, deben apoyar las necesidades singulares de su fuerza de trabajo y eliminar cualquier remanente de una cultura discriminatoria que, como el informe enfatiza, pueda persistir

— lo cual no tiene cabida en un lugar de trabajo moderno.

Victoria Short, Directora Ejecutiva de Ranstad UK, afirmó:

«Dado que nos encontramos en una era pospandémica, los representantes empresariales tienen la responsabilidad de nutrir el talento interior, crear igualdad de condiciones entre los géneros y animar a que más personas accedan a sus respectivos sectores escuchando las necesidades de los empleados que ya tienen en nómina. Solo entonces tendremos la posibilidad de colmar la brecha de competencias

que ya está amenazando con arrollar a las organizaciones de todo el país».