El caso (Van Wyk and Others v Minister of Labour and Employment (2023) ZAGPJHC) fue presentado por el Sr. y la Sra. Werner e Ika van Wyk, con Sonke Gender Justice y la Comisión para la Igualdad de Género, exigiendo una interpretación neutral en cuanto al género del término «empleado» en la disposición de la BCEA relacionada con la licencia de maternidad.
Exigían que la licencia se aplicara por igual a los progenitores, con independencia de si habían dado a luz o no.
En primer lugar, el Tribunal consideró injusta la discriminación entre madres y padres, ya que el artículo 25 concede a las madres una licencia de maternidad de cuatro meses y a los padres solo diez días de licencia parental. Ambos progenitores son capaces y deben tener el derecho de ofrecer cuidados completos a sus hijos, y restringir el derecho del padre a la licencia parental socava la dignidad de este al considerar que su papel es de escasa importancia.
La declaración de invalidez se pospone dos años, durante los cuales el Parlamento puede adoptar medidas para remediar la situación.
Mientras tanto, las disposiciones invalidadas dejarán de aplicarse. Por consiguiente, todos los progenitores, con independencia del género o de la base sobre la cual nació o se adoptó a sus hijos, tendrán derecho a disfrutar de un mínimo de cuatro meses consecutivos de licencia parental.
Además, habrá que ver, en la práctica, el modo en que los progenitores deciden disfrutar y dividir la licencia entre ellos. El Parlamento debe intervenir para eliminar la discriminación existente en la legislación actual sin retirar las ventajas asociadas a la licencia de maternidad.
Se trata de una decisión muy pertinente en el mundo del trabajo de Sudáfrica, y los empleadores deberán tenerla en cuenta, tanto en términos de presencia de la fuerza de trabajo como de coste.