La edición 2020-2021 analizó la relación entre los salarios mínimos y la desigualdad, así como los efectos de la crisis de COVID-19 en los salarios. En ella, se informó que en 2020 y 2021 el crecimiento del salario real mundial, pese a reducirse con respecto a 2019 (prepandemia), fue positivo (1,5 % en 2022 y 1,8 % en 2021).
En 2022, según el informe, cayó un -0,9 % (o -1,4 % si se excluye a China del cómputo mundial).
La edición de 2022 se centra en el impacto de la inflación y de la COVID-19 en los salarios y el poder adquisitivo. Subraya que la inflación creció más rápido en los países del G20, donde el crecimiento salarial real cayó un -2,2 %. En cambio, la inflación se desaceleró en los países emergentes del G20, lo que significa que el crecimiento salarial real no cayó hasta valores negativos, pese a experimentar un crecimiento mucho más lento en comparación con 2021.
El informe también hace hincapié en el efecto de las dos crisis concurrentes, relacionadas con la COVID-19 y el costo de la vida, en la evolución de la masa salarial, la desigualdad salarial y las brechas salariales de género.
Las principales conclusiones pueden resumirse como se indica a continuación:
- La masa salarial - la suma de todos los salarios recibidos por los trabajadores asalariados en cualquier momento - se redujo durante el año 2020, principalmente como resultado de las pérdidas de empleo, mientras que en 2021 (y especialmente, en 2022), se debió a la inflación.
- En la mayoría de los países de los que ya se disponen datos sobre salarios mínimos, estos se han reducido en términos reales durante 2020-2022, lo que destaca la necesidad de ajustarlos a la inflación y de afrontar la crisis del costo de la vida.
- Las pérdidas de puestos de trabajo desde 2020 hasta 2022 fueron mayores entre mujeres (teniendo en cuenta también que están infrarrepresentadas en empleos mal remunerados) y en la economía informal.
- Los cambios en la desigualdad salarial entre 2019 y 2022 muestran resultados dispares, dado que aumenta en algunos países y se reduce en otros.
- La brecha salarial de género sigue siendo elevada en todos los países y regiones. Como se dio a conocer en el anterior Informe Mundial sobre Salarios, las mujeres ganan un 20 % menos que los hombres, y este hecho parece persistir.
Las conclusiones del informe parecen estar en consonancia con las predicciones de la edición anterior, que auguraban una enorme presión a la baja en los salarios de los trabajadores como consecuencia de la crisis económica y de empleo causada por la COVID-19, y apuntaban a las políticas salariales adecuadas y equilibradas, también mediante un diálogo social firme e inclusivo.
Estas medidas, no obstante, deben enmarcarse en un contexto más amplio, que respalde la creación de empleos remunerados y el crecimiento de la productividad de las empresas sostenibles.