Según el informe, las organizaciones empresariales han logrado notables avances en la promoción de la igualdad de género y la diversidad dentro de sus estructuras y entre sus miembros. Sin embargo, el camino hacia la paridad de género sigue su curso, sobre todo en los puestos de dirección.

Las principales conclusiones pueden resumirse como se indica a continuación:

Avances en la igualdad de género: Las organizaciones empresariales han potenciado sus iniciativas para promover la igualdad de género en los últimos seis años. Existe una tendencia alentadora en el aumento de la representación de las mujeres en los puestos de toma de decisiones. En particular, el porcentaje de organizaciones empresariales con directoras ejecutivas ha crecido hasta el 30 %, y el 44 % de dichas organizaciones ha aumentado la representación femenina en sus consejos de administración. Estas cifras superan a las de años anteriores, que fueron significativamente inferiores, lo que indica un giro positivo hacia un liderazgo equilibrado entre hombres y mujeres.

Aunque los avances son evidentes, aún queda trabajo por hacer para ampliar la composición de los consejos de administración de estas organizaciones, donde la representación oscila entre el 40 % y el 60 % para ambos sexos.

Integración estratégica de las iniciativas de género: Las organizaciones empresariales más eficaces integran profundamente la igualdad de género y la diversidad en sus actividades cotidianas, en lugar de llevarlas a cabo como programas auxiliares. Este enfoque integrado garantiza que la igualdad de género se considere un elemento estándar de las operaciones empresariales, lo que mejora la cultura organizativa y consolida los argumentos empresariales a favor de la diversidad. Dicha integración es crucial para el avance sostenible y aprovecha todo el potencial de las perspectivas de diversidad de género en los procesos de toma de decisiones empresariales.

Medición y entendimiento de la repercusión: Una laguna crítica identificada en el informe es el seguimiento de las repercusiones de la diversidad de género. Alrededor del 46 % de las organizaciones empresariales reconocen la mejora de los resultados empresariales gracias a sus iniciativas de género, y citan beneficios como el aumento de los ingresos, la mejora de la reputación de la organización, así como de la atracción y retención del talento. Sin embargo, la falta de mecanismos sólidos para medir dichos beneficios impide a estas organizaciones medir y evaluar la repercusión de las iniciativas inclusivas y diversas. La mejora de los mecanismos de seguimiento podría reforzar significativamente los argumentos empresariales a favor de la diversidad, al ofrecer una visión clara y basada en datos sobre el modo en que las iniciativas de igualdad de género benefician a las empresas.

Mirada hacia el futuro: El camino que tienen por delante las organizaciones empresariales no solo implica seguir fomentando la diversidad de género interna, sino también ampliar sus servicios de promoción y apoyo relacionados con la igualdad de género. Es crucial que estas organizaciones aumenten el apoyo a sus miembros para lidiar con los desafíos relacionados con el género a los que se enfrentan, como el acceso a la financiación para las mujeres empresarias y la mejora de las soluciones para el cuidado de los hijos a fin de garantizar un respaldo integral a las mujeres de la fuerza laboral.

Las conclusiones de este informe tienen un peso significativo, dada la gran influencia de las organizaciones nacionales de empleadores en el sector privado. Como líderes dentro de la comunidad empresarial, sirven de modelo y son fundamentales para impulsar los avances para la consecución de la igualdad de género y la diversidad, como señala Akustina Morni, Directora de Políticas de la OIE.

A día de hoy, harán falta 63 años para que las mujeres representen al menos el 30 % de todos los consejos de administración de las organizaciones empresariales nacionales. Sin embargo, la Agenda de Desarrollo Sostenible, adoptada por los Estados Miembros de las Naciones Unidas en 2015, fija el plazo en 2030 para alcanzar la igualdad de género. Esto subraya la necesidad de más y mejores medidas en materia de igualdad de género, así como de una actuación más rápida, algo con lo que las organizaciones están plenamente comprometidas, tal y como declaró Deborah France-Massin, Directora de OIT-ACT/EMP.