El supuesto de partida es que la IA puede ayudar a resolver desafíos actuales y aportar prosperidad, innovación y seguridad si se utiliza de manera responsable.
Sin embargo, los riesgos asociados con este uso indebido son muchos, debido a la velocidad a la que innova: fraude, discriminación, sesgos y desinformación, así como riesgos para la seguridad nacional.
La Orden Ejecutiva identifica ocho principios rectores y prioridades que rigen el desarrollo y el uso de la IA:
- garantizar la seguridad
- fomentar la innovación responsable, la competitividad y la colaboración
- defender los derechos de los trabajadores norteamericanos
- promover la justicia, la equidad y los derechos civiles
- proteger los intereses de los ciudadanos norteamericanos
- proteger la privacidad y las libertades civiles
- fomentar la eficacia gubernamental
- promover el liderazgo norteamericano en el extranjero, salvaguardando las formas de desarrollar y desplegar la tecnología de IA de manera responsable
La Orden Ejecutiva también introduce varios plazos para que las agencias emitan nuevas directrices y normativas, pese a que muchas cuestiones pueden requerir medidas legislativas (como una ley federal de privacidad).
Al mismo tiempo, la Oficina de Administración y Presupuesto publicó una guía de aplicación para establecer estructuras de gobernanza de la IA en agencias federales, impulsar la innovación responsable de la IA, aumentar la transparencia, proteger a los trabajadores federales y gestionar riesgos derivados de los usos de la IA por parte del Gobierno.
Asimismo, publicó un proyecto de memorando dirigido a departamentos y agencias, que establece nuevos requisitos sobre gobernanza, innovación y gestión de riesgos de la IA y que adopta prácticas mínimas específicas de gestión de riesgos para utilizar la IA.