El Convenio de la OIT sobre la violencia y el acoso, 2019 (núm. 190) se aprobó durante la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2019, y entró en vigor el 25 de junio de 2021. Este Convenio se aplica a todos los trabajadores, cualquiera que sea su situación contractual, y de forma transversal en todos los sectores, público o privado, de la economía tanto formal como informal, en zonas urbanas o rurales.

El Convenio 190 identifica la violencia y el acoso en el trabajo como una amenaza a los derechos humanos, incompatible con el trabajo decente. Asimismo, proporciona el acceso a vías de recurso y reparación apropiadas y eficaces, e incluye la necesidad de aplicar el convenio por medio de la legislación nacional, los convenios colectivos u otras medidas acordes con la práctica nacional.

La ratificación del Convenio 190 por parte de México se suma a las medidas que ya introdujo en 2019 con su reforma laboral a través de la Norma Oficial Mexicana sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. 
 

Para cumplir con las nuevas obligaciones, las empresas deben establecer o actualizar sus políticas y protocolos a fin de crear un entorno de trabajo positivo; elaborar instrumentos y directrices; desarrollar actividades de formación y concienciación, y tomar las medidas disciplinarias adecuadas contra los autores de actos de violencia y acoso.

El Gobierno también desempeña un papel esencial a la hora de crear mecanismos de cumplimiento y supervisión, vías de acceso a reparación y apoyo a las víctimas, sanciones para los autores y sistemas de investigación eficaces.

A nivel internacional, 32 países de todo el mundo ya han ratificado el Convenio. Este entrará en vigor en varios países entre finales de 2023 (Bahamas y Panamá) y agosto de 2024 (Irlanda, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Bélgica, Chile, Lesotho y Uganda), lo que confirma su importancia crucial para crear un entorno de trabajo saludable y respetuoso.