Según el proyecto de ley, los empleadores habrían tenido que atender las solicitudes de los empleados para trabajar a distancia desde casa dentro de la UE, con una evaluación de lo razonable y justo, teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso.

El proyecto de ley suscitó de inmediato dudas sobre su utilidad y necesidad, así como sobre las implicaciones y las cargas que supondría para los empleadores en términos de normativa, fiscalidad y seguridad social.

La Federación de la Industria y de los Empleadores de los Países Bajos (NVO-NCV) ya había subrayado que la ley no era necesaria dado que, conforme a la legislación vigente, ya es posible acceder a formas de trabajo flexibles. Además, los interlocutores sociales y los trabajadores pueden acordar las condiciones contractuales del lugar de trabajo.

De hecho, los empleadores holandeses siguen estando obligados a considerar las peticiones de los empleados de trabajar desde casa según la legislación actual.

En virtud de la Ley de Trabajo Flexible, los empleados contratados durante al menos seis meses por una empresa con diez empleados o más pueden solicitar un cambio de lugar de trabajo. La solicitud debe hacerse por escrito y presentarse al menos dos meses antes de la fecha prevista para el cambio. El empleador tiene que considerar la solicitud de cambio de lugar de trabajo y consultar con el empleado en caso de rechazarla. 

Una solución para los empleadores debería ser considerar la inclusión de las modalidades de trabajo a distancia en sus políticas internas y encontrar modalidades de trabajo a distancia a medida directamente con los empleados