El caso atañe a un consultor de recursos humanos que presentó una petición para trabajar desde casa de forma permanente,que fue rechazada por el empleador. 

El empleador consideró que esta solución no era factible a largo plazo y que sería complicado desempeñar algunas actividades a distancia.

Antes de rechazar la solicitud, la empresa buscó una solución de avenencia con el empleado, incluida la posibilidad de una reincorporación gradual continuando con el trabajo a distancia durante el 80 % del tiempo. Sin embargo, el solicitante rechazó la propuesta. 

En su decisión, la Comisión de Trabajo Justo (FWC) rechazó la solicitud del empleado de trabajar únicamente desde casa, al dictaminar que el empleador había respondido de manera razonable a dicha solicitud.

La FWC estuvo de acuerdo con los argumentos del empleador y evaluó que había realizado los esfuerzos necesarios para satisfacer la petición del empleado y que tenía «motivos empresariales razonables» para rechazarla.

La decisión aborda una cuestión sensible y enfatiza la importancia de que los empleadores cuenten con unas políticas y normativas claras y oficiales sobre trabajo flexible.