Haciendo hincapié en las dificultades que afronta el sector, como los costes de la energía y las materias primas y el coste de la vida en Europa en general, así como en la necesidad de recibir más apoyo a la inversión, los interlocutores sociales renovaron su compromiso para garantizar un futuro más sostenible al sector siderúrgico, que genera 310 000 empleos directos y 2,2 millones de empleos indirectos en la UE.

Las partes también pidieron al legislador europeo que intervenga en el sector para que puedan producirse las transiciones verde y digital.

Los puntos críticos de la declaración conjunta son el compromiso con los empleos de calidad y las buenas condiciones de trabajo y el respeto del diálogo social en todos los niveles.

Los interlocutores sociales reafirmaron su compromiso de colaboración para lograr una transición europea justa, digital y verde, a la vez que solicitaron el apoyo necesario de los gobiernos para tomar medidas en materia de financiación e inversión para la descarbonización del sector.

Al mismo tiempo, enfatizaron la urgencia de buscar soluciones a largo plazo para limitar los costes y los precios del gas y la electricidad, así como para hacer que la energía limpia, como el hidrógeno, sea asequible.

Una transición justa y verde es una cuestión crucial para todos los sectores de la economía mundial. 

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