La resolución reconoce los beneficios del teletrabajo en términos de flexibilidad y autonomía, pero también subraya los riesgos para la salud derivados del exceso de conexión, la creciente vinculación entre el trabajo y la vida privada, y el aumento de la intensidad del trabajo y el estrés relacionado con el uso de la tecnología en el ámbito laboral.

Según una reciente encuesta electrónica de Eurofound, el bienestar mental ha disminuido en todos los grupos de edad desde el inicio de la pandemia en Europa, alcanzando su nivel más bajo entre los jóvenes y los profesionales.

Los datos se confirman en el informe del Parlamento Europeo sobre la salud mental en el mundo laboral digital, que subraya que el 64 % de los jóvenes de entre 18 y 34 años estuvieron en riesgo de sufrir depresión en 2021 debido a la falta de empleo y de perspectivas financieras y educativas, así como a la soledad y el aislamiento social.

La resolución pide a la UE y a los Estados Miembros que regulen el trabajo digital para proteger la salud mental, en cooperación con los empleadores y los representantes de los trabajadores, aplicando una Estrategia de Salud Mental de la UE junto con planes de acción nacionales.

El Parlamento Europeo insta de nuevo a los órganos de gobernanza de los Estados Miembros que incluyan la salud mental en su respuesta de emergencia a la crisis sanitaria y a la pandemia.

La resolución sigue a la anterior relativa a la estrategia de salud pública de la UE después de la Covid-19, adoptada en julio de 2020, en la que el Parlamento ya reconocía la salud mental como un derecho humano fundamental y solicitaba un plan de acción sobre salud mental de la UE, con el objetivo de establecer una norma política de apoyo a la salud mental y al bienestar de los trabajadores de toda la UE. En 2021 solicitó también el derecho a desconectar del trabajo fuera del horario laboral sin consecuencias negativas. Por último, el 10 de marzo de 2022, el Parlamento aprobó la resolución sobre un nuevo marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo posterior a 2020.

Ahora corresponde a los Estados Miembros y a las instituciones poner en marcha acciones concretas de prevención y protección.