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OIT: Adopción de las directrices de política para la promoción del trabajo decente en el sector agroalimentario

  • Entre el 8 y el 12 de mayo de 2023, un grupo de expertos integrado por más de un centenar de representantes de los trabajadores, los Gobiernos y los empleadores de todo el mundo se reunieron en Ginebra para debatir sobre el trabajo decente en el sector agroalimentario. 
  • El 12 de mayo, se aprobaron las directrices sectoriales de la OIT.  
  • Las directrices establecen principios comunes y el marco de política que deberían orientar la adopción de medidas para lograr el trabajo decente en el sector agroalimentario.

En este documento se brindan orientaciones para los mandantes de la OIT y otras partes interesadas que participan en la concepción y aplicación de las políticas y medidas sobre trabajo decente en el sector agroalimentario, como una parte fundamental de los esfuerzos destinados a establecer sistemas alimentarios sostenibles.

Las directrices abarcan los cuatro pilares del Programa de Trabajo Decente. Se centran en los derechos en el trabajo, el trabajo decente, el empleo productivo en el sector agroalimentario, la protección social y laboral, el diálogo social y el tripartismo. 

El documento reconoce la necesidad de un enfoque integrado y coordinado en distintos niveles (internacional, nacional, sectorial, local y empresarial) y la participación de una gran variedad de actores. Pide a los Gobiernos que adopten, apliquen y hagan cumplir la legislación y las normativas nacionales, y que garanticen su aplicación a todos los trabajadores. De forma correspondiente, pide a las empresas que respeten los derechos humanos, inclusive los principios y derechos fundamentales en el trabajo, en el curso de sus actividades. Los empleadores tienen la responsabilidad de cumplir la legislación nacional del país donde desarrollan su actividad, y de fomentar la conducta empresarial responsable con el apoyo de las organizaciones de empleadores. Por último, exige a las organizaciones de trabajadores que sensibilicen al público en materia de derechos y desarrollen recursos y capacidad para apoyar a los trabajadores del sector. 

Los trabajadores del sector agroalimentario deben estar cubiertos de manera adecuada por la legislación laboral y de seguridad social debido a la naturaleza cíclica de su trabajo, el elevado nivel de informalidad del sector o la falta de normativa en las zonas de trabajo rurales. Por consiguiente, se necesita mejorar la infraestructura legal, promoviendo el cumplimiento eficaz de las leyes laborales nacionales que encarnan las normas internacionales del trabajo.

Las directrices enfatizan que el sector agroalimentario puede ser puede ser un vector importante de trabajo decente y de desarrollo empresarial sostenible. Contar con un sector agroalimentario sostenible desde el punto de vista social, ambiental y económico fundamentado en el empleo pleno, productivo y libremente elegido y en el trabajo decente es imprescindible para erradicar la pobreza, luchar contra las desigualdades y acabar con el hambre en el mundo. Por lo tanto, un entorno empresarial favorable, que apoye las inversiones y contribuya a desarrollar sectores económicos competitivos y dinámicos puede aumentar la productividad y la prosperidad empresarial, así como contribuir a la justicia social.