La necesidad de supervisar a los trabajadores está relacionada, sin duda, con el aumento del trabajo a distancia de los últimos años. Va de la mano de los avances tecnológicos fundamentales (las cámaras, la vigilancia de teclados y pantallas y los dispositivos de seguimiento son solo algunos de ellos). No obstante, los empleadores deben realizar esta supervisión en cumplimiento con las leyes de privacidad y protección de datos. 

El objetivo de la orientación es aclarar y sugerir formas de utilizar dichas herramientas sin infringir los derechos de los trabajadores y, de este modo, evitar posibles conflictos.

La orientación enfatiza la importancia de identificar un fin permitido para el tratamiento de los datos, como se establece en el artículo 9 del RGPD del Reino Unido (consentimiento, contrato, obligación legal, intereses vitales, función pública e intereses legítimos. 

La información de privacidad de la empresa debe proporcionar a los trabajadores datos sobre la naturaleza, el alcance y los motivos de la supervisión.

Asimismo, destaca que los empleadores solo deben recoger la información necesaria a través de la supervisión de los empleados y que no se les puede supervisar de forma encubierta, excepto en casos de actividad delictiva, conducta indebida o en circunstancias similares.

Sugiere que los empleadores involucren a los empleados en la planificación, la supervisión y la realización de evaluaciones de la repercusión de la protección de datos («DPIA») relacionadas con el lugar de trabajo. 

La orientación ofrece asesoramiento e indicaciones específicas sobre el uso de diferentes herramientas de supervisión, incluidas aquellas que solo utilizan procesos automatizados, y son una ayuda esencial para que los empleadores gestionen mejor la relación de trabajo sin incurrir en violaciones de los derechos de los trabajadores. 

Aquí pueden consultar una noticia anterior sobre los aspectos relacionados con la privacidad en la supervisión de los trabajadores a distancia en Israel.