En marzo de 2023, entró en vigor una nueva ordenanza promulgada por el Ministerio de Trabajo en cumplimiento de la ley, y modificó la normativa brasileña sobre la comisión interna de salud en el trabajo de los empleadores, la «CIPA». 

Los empleadores que tengan una CIPA (según lo determina el número de empleados, la actividad empresarial y los niveles conexos de riesgo en materia de seguridad y salud) deben adoptar las siguientes medidas para prevenir y combatir el acoso sexual y otras formas de violencia dentro del lugar de trabajo:

- poner en marcha procedimientos de recepción de quejas que garanticen el anonimato de los denunciantes, la investigación de los hechos y la aplicación de sanciones;

- ofrecer formación al menos cada 12 meses sobre prevención de acoso en el lugar de trabajo y temas relacionados con la violencia, el acoso, la igualdad y la diversidad del trabajo;

- establecer normas de conducta internas sobre acoso sexual y otras formas de violencia, y difundirlas entre los empleados.

Dado que dichas medidas deben aplicarse antes del 20 de mayo de 2023, es esencial que los empleadores verifiquen su cumplimiento para evitar sanciones. Las empresas que no lo hagan pueden ser objeto de sanciones administrativas en caso de que se realicen inspecciones de trabajo.

Además, los empleadores que no tengan una CIPA deben estudiar sus políticas en materia de acoso sexual y sus procedimientos internos, a fin de fomentar la concienciación y desarrollar un entorno saludable en el lugar de trabajo. 

Esto es fundamental, especialmente si se tiene en cuenta que durante los últimos cinco años el número de quejas por acoso sexual presentadas al Ministerio Público de Trabajo (MPT) de Brasil ha aumentado un 63,7 %.

Las nuevas disposiciones deben ser un paso crucial en la dirección correcta.