Los principales hallazgos del estudio son los siguientes:  

El informe confirma que el riesgo y la estrategia en materia de ESG son cada vez más importantes, y las juntas directivas deben incorporarlos en la estrategia general de las empresas.

Por este motivo, las empresas también están formalizando su supervisión, que se realiza a nivel de junta según el 58 % de los encuestados (mientras que en 2021 fue el 46 %).

No obstante, el 47 % de las empresas no cuentan con indicadores clave del rendimiento (KPI) para medir los avances en materia de objetivos ESG. Entre aquellas que sí lo hacen, a seis de cada diez les resulta complicado aplicar los KPI a los objetivos ESG, principalmente, debido al nivel de conocimiento y comprensión de la legislación actual y futura.

Además, el estudio revela que el 79 % de las empresas actualmente no han integrado métricas ESG en la remuneración de sus directores ejecutivos, incluso si un 52 % se mostró de acuerdo en que debería ser así para los directores ejecutivos y un 56 % hizo referencia a la dirección de alto nivel. Los encuestados se mostraron optimistas ante el hecho de que la vinculación de los KPI de ESG a la remuneración podría conducir al cambio.

Se trata de una tendencia general: un estudio reciente realizado por The Conference Board en EE. UU., publicado en noviembre, mostró que las grandes empresas estadounidenses están vinculando cada vez más la remuneración de los ejecutivos a algún tipo de rendimiento ESG, con una cuota que pasó del 66 % en 2020 al 73 % en 2021.

El estudio también reveló que el 63 % de los encuestados no habían asistido a actividades formativas sobre ESG durante el pasado año, aunque reconocían su importancia. El 75 % afirmó que todos los miembros de la junta deberían compartir sus competencias en materia de ESG. Según el informe, las organizaciones están utilizando una amplia variedad de métodos para aumentar las competencias de los miembros de la junta en materia de ESG, siendo la táctica más común incluir formación ESG en la formación general de los directores. Además, el 16 % de los encuestados respondió que llevarían a cabo una evaluación de la junta ESG y el 10 % indicó que contratarían directores con competencias ESG.

Los encuestados coincidieron en que los objetivos y la estrategia a largo plazo en materia de ESG avanzan hacia una mayor coherencia, pero indicaron que se necesitan más tiempo, recursos y orientación a fin de garantizar que los directores estén bien preparados para supervisar la función con eficacia.

Caroline Spillane, Directora Ejecutiva del Instituto de Directores de Irlanda, comentó: «Adoptar los criterios ESG no solo consiste en objetivos y requisitos legislativos, sino también en valores. Establecer unos KPI realistas y precisos para medir los éxitos o los fracasos en materia de ESG dará lugar a una tracción y un cambio reales para alcanzar los objetivos ESG».