El informe enfatiza el papel de la IA en la definición de las evaluaciones y las percepciones de las ocupaciones dentro del mercado laboral. Plantea preguntas importantes sobre la evolución de la relación entre humanos y tecnología en el lugar de trabajo.

El estudio documenta las actitudes de los trabajadores hacia la IA y revela un espectro de respuestas que van desde el entusiasmo por el potencial de la IA para mejorar la eficiencia y la creatividad en el trabajo hasta las preocupaciones por el desplazamiento de los puestos de trabajo y la despersonalización del trabajo. Estas perspectivas son fundamentales para los empleadores, los responsables de la formulación de políticas y los sindicatos a medida que afrontan los desafíos y las oportunidades que presenta la integración de la IA en el mercado laboral.

El informe sugiere que las tecnologías de la IA, como GPT-4, podrían dar lugar a cambios significativos en los patrones de empleo, el diseño de los puestos de trabajo y los requisitos de competencias de los trabajadores. Asimismo, hace hincapié en la necesidad de tomar medidas proactivas que garanticen que la fuerza de trabajo esté preparada para estos cambios. 

Entre estas medidas encontramos los programas de perfeccionamiento de competencias y recualificación, los marcos normativos para gestionar la repercusión de la IA y la promoción de una economía digital inclusiva que beneficie a todos los sectores de la sociedad.

El informe confirma la importancia de equilibrar los avances tecnológicos con las necesidades y el bienestar de los trabajadores. También defiende un enfoque colaborativo para aprovechar los beneficios de la IA y, al mismo tiempo, mitigar sus desafíos.